Prisioneros en el guano

En frente de las costas de Chicama (La Libertad) hay dos pequeñas islas llamadas Macabí. No son un buen lugar para vivir porque, como ocurre con todas las islas del Pacífico peruano, no poseen fuentes de agua dulce. Pero Macabí tiene algo que atrajo desde siempre a las personas: Guano. Es decir, excrementos de aves marinas que se acumularon ahí durante milenios, formando montañas del mejor abono natural que se conoce.

Uno de los prisioneros de Macabí. La pieza tiene 33 centímetros de alto y está en el Museo Británico.




Hace 150 años el mundo moderno "descubrió" el poder del guano como fertilizante. Fue entonces cuando las Macabí y todas las islas guaneras fueron invadidas por ejércitos de trabajadores (que laboraban en condiciones infrahumanas) encargados de arrancar el guano endurecido por los siglos, meterlo en costales y apilarlo en las bodegas de los barcos que se encargaron de distribuirlo por los puertos de Estados Unidos y de Europa. El Estado y los empresarios (peruanos, norteamericanos y británicos) hicieron mucho dinero con este negocio. Pero la "fiesta" duró poco. En la década de 1870 el recurso se agotó, los trabajadores volvieron a sus casas, la economía peruana (que se había hecho dependiende del guano) se hundió en la bancarrota y las islas guaneras recuperaron su tranquilidad, volviéndose a llenar de aves y lobos marinos.


Otro de los prisioneros. Es un personaje de rango, por el tipo de corona que lleva. Museo Británico, Londres.
Fue justamente en esos años cuando un hallazgo inesperado ocurrió en Macabí. No sabemos los detalles pero sí que, bajo los picos y las palas de los trabajadores que hacían huecos en el fertilizante, empezaron a aparecer pequeñas figuras humanas de un tiempo muy remoto. Algunas de ellas (de cerámica y de madera) representaban a hombres desnudos que tenían las manos y los cuellos amarrados, que estaban sentados sobre sus piernas flexionadas y que tenían en la mirada una expresión de serenidad y de derrota. Prisioneros.


Colección del Museo Británico, Londres
Es tentador especular si el anómimo trabajador que encontró el prisionero que aparece al principio de esta página y en la foto superior, hizo o no alguna comparación entre sus propias condiciones laborales (muchos trabajadores guaneros eran encadenados) y el aspecto de este hombrecillo del pasado. Pero lamentablemente no disponemos de tantos detalles. Sí sabemos, en cambio, que un británico que andaba metido en el negocio guanero se hizo con algunas de las piezas y las vendió al principal museo de Londres en 1871, informando durante la transacción que provenían explícitamente del guano de Macabí.

Hoy sabemos que estas piezas fueron elaboradas unos 1500 años antes de su hallazgo. Son inconfundiblemente mochicas, cosa que sabemos no solo por el estilo (los detalles del rostro, las proporciones del cuerpo, los genitales centrados) sino porque los prisioneros sentados desnudos y amarrados son una constante en el arte de esa cultura.

Restos de otro de los prisioneros de madera. Esta pieza tiene 40 centímetros de alto. Museo Británico.


No conocemos las circunstancias exactas del hallazgo (¿estaban en una tumba? ¿fueron parte de un "pago" u ofrenda religiosa?) pero, en todo caso, su procedencia nos ayuda a confirmar la importancia ritual que las leyendas andinas le daban a las islas del Pacífico: Ser lugares "especiales" a donde iban a vivir los espíritus de los muertos. Además, estas piezas ayudan a confirmar los datos que los arqueólogos e historiadores tienen sobre el uso del guano de islas como fertilizante en el Antiguo Perú. No es difícil encontrar una relación: En frente de las Macabí hay una gran porción de tierra que originalmente fue un desierto (la zona entre Malabrigo y Magdalena de Cao) y fueron los moche, justamente, el pueblo que se esforzó por irrigar esas tierras para cultivarlas.

Ubicación de las islas Macabí y la zona de expansión de la Cultura Moche (Imagen preparada por antiguoperu.com)

El uso del fertilizante de Macabí, tan cercano, sería un recurso lógico que debieron usar para lograrlo. Entonces ¿habrán sido estas ofrendas sobre el guano una forma de agradecerle a la naturaleza (o a los dioses) por ese recurso? Quién sabe.


Parte superior de un bastón de madera encontrado también en Macabí en la época de auge guanero.

Las imágenes de las piezas han sido tomadas del website del Museo Británico.


Más información
  • Las islas Macabí parecen de lejos una sola pues están separadas por una estrecha abertura sobre la que los trabajadores guaneros colocaron un rústico puente que sobrevive hasta la actualidad.
  • Todavía hoy se realizan breves temporadas de extracción de guano de islas en Macabí (y en otros islotes del mar peruano) pero con una frecuencia mucho menor a la antigua. Se hace cada pocos años, lo suficiente para que algo de guano de ave se acumue sobre las islas.
  • Las islas Macabí forman hoy parte de la Reserva nacional Sistema de Islas, Islotes y Puntas Guaneras del Perú. Es un área de conservación natural protegida por el Estado y por eso las temporadas de explotación guanera hoy están sometidas a reglas estrictas que impiden la destrucción de la naturaleza. Sobre este Reserva puede obtenerse más información aquí.
 

Un texto de Pablo Chacón 
www.antiguoperu.com

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