Un "monstruo" vegetal

 ¿Qué es esto? A primera vista parece ser la representación de un ser de pesadilla. Pero eso es solo la apariencia. SI la observamos con atención podemos acercarnos un poco a su significado.

Imagen: Museo Metropolitano de Nueva York




 Para empezar, es una vasija. El asa estribo de la parte superior es clásica de la alfarería de la Costa Norte Peruana. Los dos colores empleados (ocre y crema), característicos del arte moche. Moche son también los detalles del rostro de la "criatura", los adornos en su "cabeza" (las orejeras, el tipo de tocado, la cinta que lo sujeta bajo el mentón). Pero también hay muchos detalles extraños en este personaje. Tiene seis "patas", un "cuerpo" amorfo y un "cuello" excesivamente largo, ancho y arrugado. ¿Son errores de un artista principiante? Claro que no. Quien quiera que haya modelado esta pieza sabía perfectamente lo que estaba haciendo.
 
Hay en las arrugas y hendiduras del cuello algo que recuerda a un tallo vegetal. El cuerpo y las patas, llenos de irregularidades, son también semejantes a los brotes subterráneos de una planta. Así que esta criatura no es sino una planta, muy probablemente yuca (o quizá yacón), arbusto de raíces comestibles que los pueblos originarios de las tierras bajas de Sudamérica y América Central cultivaron y consumieron en abundancia en el pasado (¡y lo seguimos haciendo!🤤) .

Otra vista de la "criatura". Nótese el tocado en media luna que lleva sobre la cabeza (un clásico mochica) y, también, los colmillos que sobresalen de la boca del personaje, un rasgo con el que los moche caracterizaban a los personajes fantásticos. La imagen es del Museo Metropolitano de Nueva York


Pero, la gran pregunta es... ¿por qué el ceramista le pondría rostro a una planta alimenticia? Debemos considerar, primero que nada, que esta vasija (como todas las vasijas de alta calidad que hicieron los moche) fue un objeto diseñado para ser enterrado como ofrenda en la tumba de alguien. Es decir: No fue creada para su uso diario en la cocina ni como un simple adorno. Su significado era altamente simbólico y, probablemente, solo podríamos entenderlo por su relación con la vida del muerto. ¿Y quién estuvo enterrado junto a esta pieza? ¿Acaso un administrador de tierras? ¿Alguien que pertenecía a un linaje relacionado con el cultivo de yuca? ¿O este tipo de plantas tenía un signficado emocional que solo era claro para su familia o comunidad? Nunca lo sabremos porque esta pieza, lamentablemente, procede de una tumba saqueada (y de ubicación desconocida). Y como hemos dicho muchas veces, sin "contexto arqueológico", descifrar el pasado se hace muy difícil.

Lo que sí sabemos es que a los moche les "encantaba" ponerle rostro humano a animales, plantas y objetos, por lo que esta pieza, a pesar de su fantástica apariencia, no tiene nada de raro. Las imágenes que los artistas moche hicieron en sus vasijas, murales y joyería están repletas de "cosas" con caras y brazos humanos. Es probable que ellos creyeran (como los incas, siglos después) que hay una conexión invisible, espiritual, entre el mundo natural y los seres humanos. Y que la muerte es un estado en el que esa conexión se hace mucho más fuerte.

(Sobre esta pieza: Aparece por primera vez en manos de un coleccionista argentino en 1938. Posteriormente fue vendida a otros coleccionsitas que, a su vez, la cedieron al Museo Metropolitano de Nueva York en 1964, en donde se encuentra en la actualidad. Debió ser enterrada en algún lugar de la zona de influencia mochica, en la costa norte peruana, entre los años 100 y 700 de nuestra era.)

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