A muerte

Eres joven pero pronto tendrás que pelear. Quizá en una guerra real. Quizá en un combate ritual previamente pactado. En cualquiera de los dos casos, será a muerte. Necesitarás un arma. Una que deberás aprender a usar. Una que puedas maniobrar bien de acuerdo a la longitud de tu brazo. Una que tenga firmememente amarrada, en un extremo, una pieza maciza y contundente. Como ésta.

La estrella de piedra tiene un agujero en medio. Ahí deberás ensartar un garrote de buena madera. Tendrás que amarrarla firmemente (con lana o tripas de animal) para que no se mueva. Con esta arma podrás volarle la quijada a tu enemigo, hundirle un ojo o hacerle un hueco en el cráneo... Sí, ya sé: Suena terrible. Pero es lo que se acostumbra cuando hay que pelear en el Antiguo Perú. Buena parte de las heridas que los arqueólogos del futuro encontrarán en los huesos de tu gente no serán "fracturas de tibia y peroné" sino brutales agujeros en el cráneo, causados casi siempre por un solo y certero golpe. Uno provocado por una "cabeza de porra" como la de la imagen.


Desde que los Estados Wari y Tiahuanaco se deshicieron (entre los años 900 y 1100), los Andes del sur peruano andan revueltos. Los pequeños reinos guerreros que han surgido en las cuencas del Mantaro, del Urubamba y del Apurímac (en donde vives) hacen alianzas un día y se declaran la guerra al siguiente. La situación va para largo. Durará, más o menos, hasta el año 1430 cuando una de esas tribus, originaria del Cusco, logre imponerse a todas las demás. ¿Sabes cómo lo lograrán? Con porras como ésta.

Un siglo después de eso, llegarán hasta aquí unos tipos raros con espadas y lanzas de acero (un material prácticamente indestructible) y ni tus porras, ni tus escudos ni tus cascos, podrán hacer mucho contra ellos. Pero tranquilo. Falta mucho para eso. Mientras tanto, una porra servirá. Así que consigue una. Y aprende a usarla. Recuerda que vives en el Antiguo Perú.

(Imagen: Cabeza de porra de piedra, presumiblemente inca. Se han exhumado piezas como estas en cementerios de la sierra sur peruana que contienen restos de individuos que vivieron en el llamado Período Intermedio Tardío, entre los años 1100 y 1450)

Un texto de Pablo I Chacón
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