Mujeres Poderosas en el Antiguo Perú
Durante mucho tiempo se creyó que el papel de la mujer en el Antiguo Perú estaba totalmente subordinado al del hombre. El sustento de esa creencia es que, al menos en tiempo de los incas (la última cultura andina y la única que conoció directamente el hombre europeo) las mujeres solían ser relegadas a un segundo plano político y social. Pero, como todos sabemos, los incas no son más que una pequeña fracción de la milenaria historia del Antiguo Perú (solo dominaron los Andes desde 1450 hasta 1532)
El poder ejercido por las mujeres en los Andes Antiguos es algo que ya ha sido sugerido por investigaciones históricas (María Rostworowski tiene un estupendo tratado al respecto basado en crónicas y documentos judiciales de los primeros años de la colonia). En las crónicas españolas no son raras las referencias a caciques mujeres al mando de poblaciones enteras o incluso ejércitos que se enfrentaron con los incas en algún momento.
Mapa de distribución de los sitios arqueológicos mencionados en este artículo (haga click para agrandar la imagen) . Elaboración Propia sobre google maps. |
Pero, ¿qué dice la arqueología al respecto? en las últimas décadas se han encontrado abundantes evidencias de que en los últimos 4000 años, algunas mujeres llegaron a controlar y hasta gobernar regiones del Antiguo Peru. A modo de ejemplo, presentamos algunos casos de los más destacados.
1) La Dama de Cao (La Libertad, Año 400 d.C)
Los restos de la Señora de Cao, en el Museo de Cao. Foto: Ángel Colina/ Ruta Quetzal BBVA 2011 . Blogs El Pais. |
Posiblemente la más famosa de todas. Su tumba se encontró en la parte más importante del Templo Moche conocido como Huaca Cao Viejo, en la región La Libertad. No sólo tenía con ella símbolos religiosos sino también militares (como dos enormes porras metálicas) lo que ha sido interpretado por los arqueólogos como la evidencia de que era ella la que ostentaba el poder político en el Valle de Chicama en el año 400 de nuestra era.
Tocado de oro que la mujer llevaba sobre la cabeza actualmente en el Museo de Cao que dirige la Fundación Wiese. foto: http://www.fundacionwiese.com |
La mujer era joven al momento de morir (tendría como máximo 25 años). Su cuerpo estaba lleno de tatuajes, y fue enterrada con varias coronas y 18 collares de oro, plata, lapislázuli y turquesa. Sus restos se encuentran actualmente en el Museo Cao, junto a la Huaca junto con una impresionante colección de joyas.
(Más información aquí : http://www.fundacionwiese.com/es/patrimonio-cultural/el-brujo-huaca-cao.html )
2) Las Señoras Wari de Huarmey (Ancash, Año 800)
En 2013 se produjo un descubrimiento excepcional en el Valle de Huarmey. En lo que se creía que era un monumento moche se encontraron los restos de un palacio wari (hasta ese momento se pensaba que los wari sólo habían influido pero no habían llegado a dominar políticamente la costa norte; este hallazgo cambiaría esa historia) debajo del cual se construyó una tumba para los restos de al menos tres mujeres nobles de alto estatus, enterradas con adornos de oro y símbolos de rango.
Un detalle de las excavaciones en el Castillo de Huarmey. Foto : National Geographic |
Fueron enterradas con mucho lujo y rodeadas de una corte de 60 mujeres (de estatus secundario) que las acompañaron al más allá. El papel de las tres mujeres principales en vida aún no ha podido ser revelado, pero no cabe duda de que pertenecieron a la clase dirigente y fueron lo suficientemente importantes como para generar en su sociedad un esfuerzo enorme para construir una tumba tan compleja.
Orejeras de oro encontradas en la tumba de las Señoras de Huarmey. Foto. www.nationalgeographic.com |
3) Las sacerdotisas de San José de Moro (La Libertad, Año 700 )
En el Valle de Jequetepeque y desde el año 1991, se han encontrado varias tumbas de mujeres sacerdote de alto rango con atributos religiosos. La calidad del ajuar funerario, la semejanza de las piezas encontradas en la tumba con los ropajes y atributos que aparecen en los dibujos moche (sobre sacerdotisas que recogen en copas la sangre de los prisioneros sacrificados), y el hecho de estar acompañadas por los cadaveres de personas subordinadas, han confirmado que estuvieron a la cabeza de la religión moche en el valle entre los años 650 y 800 de nuestra era.
Vista de la tumba de una de las últimas sacerdotisas halladas en San josé de Moro. Nótee la gran cantidad de piezas metálicas (en verde) que incluye el ajuar funerario. Foto: Reuters |
Un detalle importante es que poco tiempo después (entre el 800 y el 900) toda evidencia de la clase dirigente moche desaparece de los registros arqueológicos, como si el Estado que controlaba el valle de Jequetepeque se hubiera derrumbado. En esos años (llamados Periodo Transicional) la población mochica mantuvo sus usos y costumbres pero fue notoriamente permeable a los intercambios de bienes culturales con otras regiones, como Cajamarca y Lima. En ese período (previo a la conquista del valle de Jequetepeque por parte del Reino Lambayque en el año 900) las únicas tumbas grandes (es decir, las más importantes) son también de mujeres, con lo que parecería confirmarse que el papel de las mujeres en esta región en esa época siguió siendo importante aún sin el estado moche respaldándolo. Su estatus no dependía, pues, de la política o la religión oficial moche, sino que estaba arraigada entre el pueblo llano.
(Puedes encontrar más información sobre este tema en http://sanjosedemoro.pucp.edu.pe/index.html)
4) Las mujeres del Antiguo Valle de Supe (Región Lima, Año 2500 a.C.)
Uno de los aspectos más interesantes de la antiquísima Civilización Caral es que se desarrolló en una época en que todavía no se había inventado la cerámica. Ello no impedía que se utlizara el barro para modelar figuras, aunque éste nunca se horneaba por lo que quedaba en un estado muy frágil). Se han encontrado algunas estatuillas de barro en los sitios de Caral, Miraya y Aspero, todos vinculados a la Cultura del Valle de Supe. Estas estatuillas son ofrendas que se entierran junto con los edificios que van a dejar de ser utilizados (las pirámides de Caral tenían una vigencia... cuando iban a ser abandonadas eran cuidadosamente enterradas, como si de un difunto se tratara, y con la construcción se enterraban estas ofrendas). Son a menudo piezas toscas y sencillas, como las que se muestran al principio de esta nota. Pero hay algunas muy elaborados. Son éstas:
Hay una interpretación interesante de esa escena. Algunos investigadores del proyecto Caral Supe creen que es una evidencia de subordinación . Según esta versión el hombrecillo de la derecha está esperando ¨instrucciones¨ de la mujer de la izquierda, a quien mira de reojo y que, a diferencia de él, está ricamente vestida, con el cabello muy bien peinado y en actitud solemne. No es el único caso. En diferentes ofrendas como éstas suele mostrarse mujeres vestidas o con evidencias de adornos junto a hombres desnudos, lo que para Ruth Shady, investigadora principal de Caral, puede evidenciar la subordinación de hombres frente a mujeres (al menos sacerdotisas) en el marco de esta cultura.
La sacerdotisa de Caral, una de las dos estatuillas de Miraya, hecha de barro sin cocer y admirablemente conservada. Foto : la República |
Nosotros creemos que extrapolar conclusiones sobre el comportamiento social a partir del arte religioso es un ejercicio arriegado, de hecho falta mucho por entender de la civilización Caral. Pero nos parece una interpretación oportuna para cerrar esta nota que se publica, precisamente, el día internacional de la mujer.
Pablo Chacón B.
antiguoperu.com
Reservados todos los derechos del texto
Oh pero tendría mucho sentido! Se sabe que en los mismos linajes incas, es decir las Panaka, las mujeres tenían mucho poder e influencia. Aunque las mujeres no tomaran el rol supremo de los incas varones, al parecer ejercían una complementariedad y liderazgo antes que una subordinación (y esto fue potencialmente una malinterpretación de los hispanos), a menos que hablemos de las escogidas o aqlla claro está. Las panakas muy posiblemenrte funcionaran interiormente como un matriarcado, y serían un rezago de que alguna vez existió un matriarcado fuerte como norma política en los andes desde tiempos inmemoriales. Recordemos también que las normas de esta sociedad eran muy distintas a las del viejo mundo, al haberse desarrollado de forma aislada, y que podemos haberla entendido mal al haber leído más que nada la historia escrita por los españoles.
ResponderEliminar:( no hay de nazca
ResponderEliminarQue buena página, ya que me considero un "tellito" fustrado, ha seguir huaqueando esta página.
ResponderEliminarNo es cierto que las mujeres estaban rezagadas con los Incas. Las Coyas eran poderosas, las Coyas heredaban. La pelea entre Atahualpa y Huayna Capac por el liderazgo, fue porque provenían eran de diferente madre, ellas heredaban por vía materna. La Coya participaba en política, rituales, eran muy poderosas. El machismo lo introduce España. Aquí no lo conocían.
ResponderEliminarWaldemar Espinoza Soriano nos habla que la sociedad inca sí era patriarcal, pero ello no significaba que la mujer no era importante. Una cosa es quién mandaba el gobierno y otra es dejarse asesorar o poder escuchar a una mujer. También se sabe que como herencia política, la mujer s+i gobernaba reducidos reinos o curacazgos (llamados luego cacicazgos) así podemos mencionar que en tiempos de dominio español existiera la "cacica de Acos" fiel luchadora a lado del cacique José Gabriel Condorcanqui.
EliminarDEFINITIVAMENTE, LAS MUJERES EN ÉPOCAS PASADAS TENÍAN UN PAPEL IMPORTANTE EN LA CONFORMACIÓN SOCIAL, POSIBLEMENTE ERAN SACERDOTISAS, GUERRERAS, CURANDERAS, PARTERAS, LÍDERES Y TAL VEZ MUCHO MÁS, SEGÚN LEÍ A Alicia Alvarado Escudero, ELLA REFIERE QUE INCLUSO ERAN DIVINIDADES Y REPRESENTAN A LA MADRE AGUA Y TIENEN MUCHA RELACIÓN CON EL AGUA, MÁS POR QUE SON CAPACES DE DAR VIDA. DEFINITIVAMENTE LAS MUJERES CUMPLÍAN ROLES MÁS IMPORTANTES DE LA QUE NOS HICIERON CREER LOS ESPAÑOLES, TRAYÉNDONOS UN SISTEMA PATRIARCAL.
ResponderEliminarVea la historia, no desde el punto de vista occidental. Huáscar y Atahualpa fueron hermanos según la cosmovisión andina (así sean de diferente madre). AHí no existía el concepto de hijo bastardo. Igual gracias por su aporte.
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