¡Los antiguos caminos andinos ya son Patrimonio de la Humanidad!


"Una de las cosas de que yo más me admiré contemplando y notando las cosas deste reyno fue pensar cómo y de qué manera se pudieron hazer caminos tan grandes y sobervios como por él vemos y qué fuerças de hombres bastaron a lo poder hazer y con qué herramientas y estrumento pudieron allanar los montes y quebrantar las peñas para hazerlos tan anchos y buenos como están"
  (Pedro Cieza de León, 1570)
Restos de camino precolombino aún en uso por parte de los habitantes rurales de Pomata, Puno, Perú.  Al lado, el Lago Titicaca. Foto: Ministerio de Cultura del Perú.

Los Andes Centrales fueron, hasta 1532, un mundo sin ruedas. Las razones no tienen nada que ver con supuestos atrasos culturales ni otras excusas caprichosas. Son más obvias: No existían caballos, ni bueyes ni camellos ni ningún animal lo suficientemente fuerte como para arrastrar carros con ruedas. Ni siquiera había animales suficientemente fuertes para ser cabalgados: Las llamas, el animal domesticado más resistente disponible en Sudamérica, soportaba como máximo cargas de 50 kilos por lo que no podían ser montadas por adultos. 


Sí, la única forma de trasladarse a grandes distancias era a pie. En el mejor de los casos acompañado de recuas de llamas que trasladaban pequeños bultos para hacer el transporte más eficiente. Los caminos por lo tanto debían ser aptos tanto para las personas como para sus únicas bestias de carga.



Actualmente las llamas sólo son usadas como animales de carga para las rutas de trekking que recorren los antiguos caminos precolombinos. Sin embargo hace 500 años eran la única bestia de carga disponible, pese a que sólo podía cargar un máximo de 50 kilos. En la imagen una caravana de llamas sobre un tramo del antiguo camino inca Jauja - Pachacamac. Foto tomada de trekingininkatrails.blogspot.com

Pero no era lo mismo ir corriendo sobre las arenas del desierto -donde el andar se hacía torpe por la arena- o subiendo y bajando montañas  sin rumbo, sorteando zonas pantanosas y ríos. Debía haber una forma de hacer las cosas más fáciles y más rápidas. Fue así como las rutas naturales fueron modificadas por el hombre en el transcruso de los siglos. Cada región, cada tipo de camino, tenía que tener una configuración diferente, como veremos a continuación.

Los caminos en la costa 

Dependiendo del tipo de suelo y su exposición a los vientos, los caminos eran flanqueados de muros que evitaban que las tormentas de arena los cubran. 


. Nótese a ambos lados de este camino las bases de lo que fueron alguna vez los muros que los flanquearon en tiempos antiguos. Camino precolombino en el sector Manchan en la costa de la Región Ancash, Perú. Foto: Ministerio de Cultura del Perú. 

Camino precolombino de Tarapacá Viejo, en el desierto de Atacama, Chile.  A los lados de la ruta pueden verse las ruinas de los muros que alguna vez lo delimitaron con claridad. Foto: memoriachilena.cl

Los caminos empinados

Algunos tramos, como el del famoso camino de Jauja a Pachacamac estaban formados por miles de escalones. Se hizo lo necesario para que el agua de las lluvias y la nieve no se empoce y caiga con facilidad por los bordes. En muchos casos se labraba los escalones en la roca viva. 

Sector Escalerayoc del tramo del Camino Transversal Jauja-
Pachacamac. Al fondo el nevado Pariacaca. Existen evidencias etnohistóricas de que esta ruta fue muy importante para los cultos religiosos en tiempos anteriores a los incas. Foto: Ministerio de Cultura.

Tramo de escalinata tallado en la roca viva, cerca de Phuyupatamarca, Cusco, Perú. Foto: tripomatic.com 
Tramo ascendente del camino precolombino Huánuco Pampa - Cushuro en La Libertad, Perú. tomado de El Camino Inca en el departamento de La Libertad - Tramo Huánuco Pampa – Huamachuco de Leonel Hurtado Benites

Los caminos en las laderas

Dependiendo de tipo de inclinación del terreno y de la composición del suelo, habían tres tipos de caminos de ladera. en todos los casos bajo el camino se amontonaba material de relleno que permitiera un drenaje adecuado del agua que pudiera acumularse.


Elaboración: antiguoperu.com

Camino inca en la ladera del Cerro Colorado, en la región Tacna, al sur del Perú. Foto: Ministerio de Cultura.




Tramo del Camino Inca de altura en una ladera entre Rumichaca e Ibarra, en el norte de Ecuador. El suelo estaba forrado de piedra y una rala vegetación lo ha invadido. Tomado del blog docenteconvoz.blogspot.com/






Tramo sobre una ladera rocosa del llamado Camino Precolombino de El Choro. Bolivia. Foto: travelboliviaperu.com


Los caminos en los valles interandinos

Para vencer los suelos húmedos, la mayoría eran construidos en elevaciones artificiales sobre el terreno que eran rellenados de cascajo para que, en caso de ser inundados por las lluvias, el agua filtre rápidamente y los deje secos


La mayoría de los tramos del gran camino de la sierra fueron elevados sobre el terreno a fin de sortear  la erosión de los suelos y facilitar el drenaje del agua que se pudiera acumular sobre ellos. En la foto, un sector del Qhapaq Ñan entre los poblados de Ayash y San Cristobal de Tambo en la Región Ancash. Foto: Ministerio de Cultura del Perú.

La mayoría de los caminos precolombinos en la zona central del Perú son usados por las comunidades campesinas actuales . En la foto un tramo del Camino Humacahuco - Huánuco Pampa. Foto; Ministerio de Cultura del Perú. 
Las pendientes suaves en los valles interandinos siempre estaban tapizadas de escalinatas cada uno de cuyos escalones no era paralelo al piso, sino ligeramente inclinado para facilitar el escurrimiento del agua. Tramo del Camino Precolombino Huaraz - Casma. Foto: Ministerio de Cultura del Perú.


Los caminos en las mesetas 


Cuando se trataba de altiplanicies secas y el suelo era lo suficientemente duro, bastaba con rodear el camino de marcas reconocibles y trazarlo en líneas perfectamente rectas.


Camino precolombino del Alto Loa en el norte de Chile. Foto: José Berenger, imagen tomada de "Chile bajo dominio inca" del Museo Chileno de Arte Precolombino.







El Camino del Takesi, en Bolivia, conectaba los valles cocaleros orientales con el altiplano central. la mayor parte del mismo estaba completamente empedrado lo que lo hacía apto para transitar en época de lluvias. Foto tomada de : koatravelnews.blogia.com
Los puentes 

CUando había que cubrir una corriente de cauce ancho en una región plana se solía usar los puentes de múltiples columnas bajas



Puente de piedra inca, aún en uso, sobre las nacientes del río
Lauricocha, en las alturas de la Región Huánuco, Perú. (Foto: Ministerio de Cultura).

Cuando se trataba de sortear grandes abismos se trenzaban los grandiosos puentes de fibras vegetales que se ataban a grandes columnas de piedra en ambos extremos. Hoy sólo queda uno, que se renueva cada año por sus pobladores, en Queswachaca, Cusco


El famoso puente de Qeswachaca, en Cusco, sobre el río Apurímac, el último ejemplo de puente colgante inca. Está hecho con cuerdas trenzadas con fibras de ichu, un pasto que sólo crece en las mesetas frías de la puna y se renueva una vez al año pues ese es el tiempo que esta fibra  resiste a las condiciones naturales. La compleja tradición de elaboración de puente, fue incorporada el 2013 a la lista de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad de la Unesco. Foto tomada de mirdig.files.wordpress.com


Cuando los obstáculos por salvar eran más cortos se cubrían con puentes de tronco o de lajas de piedra. 


Un ejemplo extremo de camino de ladera, construido al borde de un farallón rocoso en un sector del Santuario Histórico de Machu Picchu, Perú. Nótese el gran esfuerzo que demandó construir los muros de soporte. Bastaba con retirar el rústico puente de madera para garantizar la inaccesibilidad al lugar.

Finalmente existían puentes flotantes sobre algunas zonas pantanosas y lacustres, de los que no quedan evidencias actualmente aunque su uso fue documentado hasta el siglo XIX. . 


Infografía esquemática de los puentes flotantes que existieron en zonas inundables de altura. Imagen elaborada por el Proyecto Qhapaq Ñan (www.qhapaqnan.gob.pe)


Una red de caminos

Si bien ya existen evidencias de caminos sujetos a algún tipo de control por parte de una organización desde los tiempos moche (100 a.C. - 500 d.C. ) , hay consenso en que ya durante el Período Wari (dede el año 600) había una red caminera perfectamente organizada y planificada que se extendía desde el norte del Perú hasta el altiplano central de Bolivia, con dos rutas principales, una a lo largo de la sierra (llamada en tiempos coloniales El Camino Real o Qhapaq Ñan) y otra a lo largo de la costa (conocida como el Camino de los Llanos). Ambas rutas estaban conectadas con innumerables caminos de penetración que subían desde el litoral por los valles de la costa. 

Es posible que por esas rutas marcharan los ejércitos conquistadores de los wari, los chimú y los incas, que por ahí se desplazaban los peregrinos que iban a adorar a los poderosos dioses de Tiahuanaco o Pachacamac, por donde se transportaba en caravanas de llamas, el pescado y los mariscos que se extraían del mar arequipeño para alimentar a las ciudades serranas de Hatun Colla primero y Cusco después. 


Esta es el primer dibujo sobre papel de la red vial andina, de la crónica de Guamán Poma, escrita poco antes de 1600. El personaje central es un "Capac Nan Tocricot" o funcionario a cargo de la administracion de los caminos. 

En el año 1450 una red de 3500 kilómetros de caminos se extendía por todos los Andes Centrales y eran controlados por un sólo estado: El de los incas del Cusco. No es que los incas inventaran esta red de comunicación vital. Ellos fueron los últimos administradores de una institución -la red de caminos- que durante cientos de generaciones de andinos, hombres y mujeres de diferentes lenguas y culturas, habían construido. 




Eso sí, los incas llevaron estos caminos a su máximo grado de perfección: Cada ciertos tramos instalaron tambos repletos de alimentos y ropa. También pusieron postas de correo donde los chasquis corredores llegaban con un mensaje desde una comarca distante para que un nuevo chasqui lo transmitiera a otra ubicación, en el mejor sistema de comunicación que podía haber en un mundo sin caballos.

Vista aérea de Camata Tambo, un tambo inca ubicado en la parte alta del valle de Moquegua. foto tomada de : "Los tambos Inca: el caso de Camata Tambo valle alto de Moquegua" de Sofía Chacaltana Cortez


Los caminos, aliados de los Conquistadores

Fue también por esas rutas, llenas de provisiones, de techo, ropa y agua, por donde las huestes europeas transitaron con facilidad y rapidez montados en recios animales desconocidos para los andinos. 


Salvo en los tramos más empinados de escaleras, en el resto de caminos inca las cabalgaduras de los españoles no tuvieron inconvenientes para circular con gran facilidad. En la imagen, camino precolombino usado por arrieros actuales junto a la laguna Mullucocha, en la provincia de Yauyos, Lima, Perú. Foto. Ministerio de Cultura del Perú. 

No fue la única razón que explica el formidable éxito de la conquista europea (los historiadores de los últimos 40 años han probado que fue la alianza de los españoles con los chachapoyas, huancas y cañaris lo que determinó la ruina del Imperio Inca). Pero fue por ese camino que Pizarro llegó a Cajamarca, a Jauja y a Cusco. Fue por él que Almagro llegó atravesó toda Bolivia, y llegó a Salta en Argentina para cruzar por unas de sus rutas hacia los valles de Chile Central. No usó el camino para regresar al Perú y por eso se perdió en el desierto de Atacama y renunció a la conquista de Chile. 


Camino inka del Alto Loa entre el Tambo de Incaguasi y el Pukara de Lasana. Foto: José Berenguer. Imagen tomada del "Chile bajo el dominio Inca", publicado por el Museo Chileno de Arte Precolombino, Santiago, 2009

Fue el Gran Camino Andino por donde Hernando Pizarro llegó a saquear Pachacámac, por el que Valdivia arribó a Santiago, por el que Belalcázar llegó a Quito. Y fue a su lado que las grandes ciudades coloniales de la sierra fueron construidas y engrandecidas durante trescientos años de dependencia. 

Bendición y maldición, estos caminos son, en el sentido más estricto, las rutas por donde se construyó la historia de las naciones andinas.


Patrimonio Cultural de La Humanidad


Sector del camino que sube a la cordillera desde la costa en el tramo Jauja Pachacamac, Perú. Foto tomada de "El tramo Xaxua-Pachacamac y su importancia dentro de la red vial andina del Qhapaq Ñan" de Camila Capriata, del Proyecto Qhapaq Ñan

Muchos siglos después de que empezaron a construirse, los países hermanos de Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Argentina y Chile, luego de trece años de trabajo conjunto, han presentado una propuesta para que el ramal serrano de la red de caminos precolombinos, el Qhapaq Ñan ("Gran Camino" en quechua), el Camino Real de los Incas o Red Vial Andina Precolombina, sean considerados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.


El expediente es el más complejo presentado a la Unesco en Latinoamérica, no sólo porque se trata de un recurso cultural que pertenece a seis países, sino por lo que ha implicado este trabajo durante todo este tiempo. Para empezar los seis países han estandarizado sus métodos de regitro arqueológico de los tramos del camino, rescatando algunos que se creían perdidos para siempre, y usando los mismos criterios para catalogarlos. Pero el trabajo no sólo ha sido arqueológico sino social, trabajando mano a mano con los pobladores de las comunidades andinas por donde pasan estos caminos para convertirlos en aliados de su conservación.  Este reconocimiento permitirá obtener fuentes de financiamiento para mantener a salvo los caminos y reglamentando su explotación como un turismo responsable.

En la reunión de la UNESCO del mes de junio en Doha, Qatar, este esfuerzo por fin ha dado fruto y el Qhapaq Ñan ya es Patrimonio cultural de la Humanidad. 

Desde estas páginas queremos saludar el esfuerzo de todos los equipos nacionales involucrados en esta tarea y celebrar este logro que seis países hermanos han conseguido trabajando juntos.


Imagen: Proyecto Qhapaq Ñan. (www.qhapaqnan.gob.pe)


Quieres saber más?

- Recomendamos poderosamente la completísima Web del Proyecto Qhapaq Ñan del Perú, donde además de valiosas infografías se han publicado una serie de trabajos arqueológicos y antropológicos de los especialistas involucrados en la tarea. clic aquí  

- Un breve y estupendo resumen de la historia de la Postulación de los seis países puede leerse en esta páguna de la UNESCO. Clic aquí 

- Sobre las comunicaciones a grandes distancias en los antiguos Andes recomendamos este lúcido texto de Jurgen Golte: Cllic aquí 

- Sobre caminos antes de los incas recomendamos este texto de Luis Alvarez sobre caminos chimú: Clic aquí

- Sobre el uso que le dieron los españoles al camino inca durante la conquista hay abundante bibliografía. Recomendamos este texto sobre la Ruta de Almagro en Bolivia, Argentina y Chile : Clic aquí 


- El trabajo más influyente y posiblemente el mejor sobre los caminos precolombinos de los andes es el de John Hyslop. "Qhapaqñan. El sistema vial inkaico" y fue publicado por el Instituto Andino de Estudios Arqueológicos y Petroperú en 1992.



Pablo Chacón B.
www.antiguoperu.com

Comentarios

  1. A mí me encantan los caminos prehispánicos. Ya fui a verlos y tomar fotos en las provincias Carabaya, Vilcashuamán, Chachapoyas, Cajabamba, Huaytará, Norte chico de Chile (Alicahue y afuera de Copiapó). Por falta de documentación perdí varias oportunidades de conocer más. ME ENCANTARÍA ENTRAR EN CONTACTO CON ALGUIEN CON QUIEN COMPARTIR EXPERIENCIAS. Gracias y saludos

    ResponderEliminar
  2. me encanto este resumen de los caminos incas. actualmente yo estoy recorriéndolos pero mi pregunta seria. por que no hacen con respecto a la restauración de los mismo y los tambos, colcas y demás? se encuentran en total abandono y es lamentable

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Lo más leído

Por qué el Perú se llama Perú

Mujeres Poderosas en el Antiguo Perú

Exposición de instrumentos musicales precolombinos

La cerámica erótica mochica

Chambi en la ventana

Pariti: La isla del tesoro

La profunda huella andina sobre Lima

Los felinos de Llamellín

Anatomía del cuchimilco

El regreso de la Estela de Raimondi