El rostro de la ceguera

Si esta vasija hubiera sido fabricada ayer, quizá podríamos pensar que el hombre ciego que aparece en ella está rezando, por la expresión serena de su rostro y sus palmas unidas. Pero es poco probable que los gestos que usamos hoy signifiquen lo mismo en una cultura tan distinta a la nuestra como la de los alfareros moche que hicieron esta vasija hace 1500 años, durante la última remodelación del Templo Viejo de la Huaca de la Luna. 



La pieza fue encontrada por los arqueólogos en el año 2000, mientras intentaban rescatar lo que quedaba de una tumba previamente saqueada en la llamada "Segunda Plaza" de Huaca de la Luna, en el Valle de Moche. Felizmente, los huaqueros no la vieron porque estaba embutida en un pequeño nicho en una de las paredes del sepulcro de adobes. 



La nariguera delineada y el tocado sobre su turbante, insinúan que el personaje representado era de alto rango. Pero los diseños en su rostro (¿escarificaciones?) de aves (en los pómulos), reptiles (en la frente y la nariz), peces (en la parte inferior de las mejillas) y órganos sexuales (hay una vulva en su mentón y la silueta de un pene en su garganta), sumados a la curiosa postura de sus manos, componen un significado que es, por ahora, inaccesible para nosotros.




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