El cuello del tucán

Por el triángulo oscuro en el pico podemos deducir que esta vasija representa a un tucán pechoamarillo (Ramphastos ambiguus), ave propia de las selvas lluviosas de Centro y Sudamérica. Pero el inconfundible estilo de la pieza (moche) delata que fue modelada en el desierto: una evidencia más del activo intercambio interregional en los Andes antiguos.


La sutil transición de colores en el pecho del animal es evocada por el artesano sin romper los cánones de color dominantes del arte mochica, esto es: líneas claras y tonos altamente contrastantes, que normalmente son derivados del ocre y el crema. Aquí los tonos se diluyen en bandas paralelas marcadas en el cuello del animal.



Por lo que sabemos, la vasija fue descubierta antes de 1900 en una tumba en los alrededores de Chimbote. Esta región solo fue alcanzada por los moche a partir del año 400, es decir, 3 siglos después de su origen en la costa de La Libertad, por lo que tendría entre 1600 y 1200 años de antigüedad.

 

Hay poca info adicional pues, lamentablemente, no fue excavada arqueológicamente, sino por una banda de huaqueros. Adquirida por una familia alemana radicada en Argentina, sería vendida a otros coleccionstas que a su vez la donarían (1957) al Instituo de Arte de Chicago, en donde hoy está



Un texto de Pablo Ignacio Chacón

 

 

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