Los 8 representantes del Antiguo Perú en la lista del Patrimonio Mundial

Hay excepcionales muestras de ingeniería y de arte entre las aldeas, ciudades y templos construidos por los antiguos peruanos antes de la conquista europea. Hasta el momento ocho de estos lugares han sido reconocidos por la UNESCO como parte del Patrimonio Cultural de la Humanidad. Estos son:


1) La primera ciudad


Hace 5000 años, en una zona seca de un estrecho valle al norte de Lima, se empezaron a reunir diferentes grupos humanos para construir pirámides escalonadas de piedra, plazas circulares rodeadas de gruesos muros y altares en los que se encendían hogueras para celebrar ceremonias cuyos detalles nunca conoceremos. Lo que sí sabemos es que los primeros habitantes de este lugar, llamado hoy Caral, hacían música con flautas de hueso de aves, tejían su ropa con el algodón que sembraban en los valles de Supe y Fortaleza y comían abundantes peces y mariscos de las playas del norte chico peruano. Aunque aún no se había inventado la cerámica, los caralinos ya mostraba muchos de los rasgos típicos que sus descendientes -los chavín, los moche, los wari o los incas-  usarían durante los siguientes tres mil años: Por ejemplo ya hacían esculturas en miniatura de personas para enterrarlas como ofrendas (en barro crudo), usaban quipus para llevar su contabilidad (el que se ha encontrado en Caral es el más antiguo del Perú), hacían dibujos enormes en los cerros (como el geoglifo de Chupacigarro), y, cuando consideraban que sus edificios habían cumplido su ciclo, los enterraban completamente, como si se tratara de difuntos gigantescos. Eso fue, precisamente, lo que contribuyó a conservar sus construcciones tan bien.


La pirámide mayor de Caral en una toma aérea que permite distinguir, al fondo, el valle de Supe. Imagen: Ministerio de Cultura del Perú.





Las pirámides de la Galería y de la Huanca, en Caral. Imagen: rpp.com.pe



Un monolito que le da su nombre a la Pirámide de la Huanca (al fondo). Imagen tomada de la web de la asociación Aire puro (http://www.airepuro.org/)


Caral ingresó a la lista del patrimonio mundial en 2009. Si bien era un yacimiento arqueológico conocido desde las primeras décadas del siglo XX, no fue hasta la revelación de su sensacional antigüedad en los años 90 que atrajo el interés de la arqueología mundial y empezó a desenterrarse casi toda la ciudad . Sus templos no son los más antiguos del Perú (ese honor corresponde, por ahora, al de Sechín Bajo) pero como conjunto se le considera el primer centro urbano que existió en América (2,600 a.C.). Es también uno de los sitios históricos mejor gestionados del Perú.

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2) La casa del dios jaguar 

Cuando el cronista español Antonio Vásquez de Espinoza pasó por el Callejón de Conchucos alrededor del año 1600 escuchó rumores acerca de unas viejas ruinas de piedra que yacían enterradas cerca del pueblo de Huari. Sobre esto escribió lo siguiente:


...era "guaca" y santuario de los más famosos de los gentiles, como entre nosotros Roma y Jerusalén adonde venían los indios a ofrecer y hacer sus sacrificios porque el demonio de este lugar les declaraba muchos oráculos y así acudían de todo el reino (Antonio Vásquez de Espinoza)

Hay dos cosas que sorprenden de esa leyenda: La primera es que cuando Vásquez de Espinoza caminó por ahí habían pasado ya dos mil años desde que que el templo había sido abandonado y aún así la gente recordaba su importancia!). La segunda es que la arqueología moderna ha demostrado que, en efecto, era un lugar al que llegaba gente de regiones lejanas: En los sótanos de Chavín de Huántar se han encontrado muchísimas piezas de arte de diferentes estilos provenientes de regiones tan distantes como Ica o Huancavelica en el sur o las costa de Ecuador en el norte. Azotado innumerables veces por saqueos, terremotos y aluviones (el último de los cuales ocurrió en 1945 arrasando gran parte de las esculturas recuperadas por los arqueólogos) Chavín de Huántar, con sus oscuros pasadizos, su telaraña de canales para circulación de agua subterránea, sus plazas, su solitaria cabeza de piedra empotrada en sus paredes (la única que queda de las decenas que originalmente tuvo) y la espectacular estatua del "demonio" que menciona el cronista espanol (el Lanzón), está todavía lleno de sorpresas pues los arqueólogos sólo han excavado el 20% del lugar. Está inscrito en la lista del Patrimonio Mundial desde 1985.

Vista general de la estructura popularmente conocida como El castillo. Foto de José Luis Cruzado para https://ccrma.stanford.edu/groups/chavin/



La gran plaza de Chavin, preparada para albergar a los peregrinos que llegaban de todo el Perú para presentarle sus ofrendas a sus dioses. Foto tomada de : http://labrujuladelazar.blogspot.com


El monolito de cinco metros de altura sobre el que se grabó la imagen de lo que se cree es la divinidad principal de Chavín de Huántar, una especie de hombre-jaguar conocido como el Lanzón.  


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3) La pampa de los gigantes


La región andina está llena de geoglifos (dibujos de grandes dimensiones sobre el suelo). Los hay en Lambayeque, en Ancash, en Lima, en Arequipa,  y también en el norte de Chile. Pero en ningún lugar existe una concentración más grande y compleja que en los desiertos de Palpa y Nazca. Aunque han sido gravemente afectados por las carreteras y las huellas de los vehículos modernos, aunque sufren permanentemente el acoso de los invasores de tierras, los mineros ilegales, los aventureros irresponsables y leyes mal hechas que no son capaces de protegerlos, estos dibujos que sólo pueden distinguirse en todo su esplendor desde el aire, han logrado sobrevivir.

Es posible que los primeros trazos se hicieran en fechas tan tempranas como el siglo III antes de nuestra era y que los últimos se realizaran hacia el año 1200. Pero la mayor concentración de ellos se realizó entre los años 100 y 600, lo que coincide con el apogeo de la Civilización Nazca, una cultura agrícola pero siempre sedienta, que supo aprovechar al máximo las aguas subterráneas para irrigar sus campos. 

Sobre el significado de estos trazos se han escrito demasiadas teorías, muchas de ellas tan extravagantes como absurdas. Lo que está absolutamente claro es que no es difícil elaborarlas (no se requiere ninguna tecnología exótica para ello: bastan palos y cuerdas) aunque sí una buena planificación. También está claro que muchos de los dibujos más reconocibles (como figuras de animales y plantas) tienen el ancho justo y el recorrido adecuado (un solo trazo que casi nunca se cruza sobre sí mismo) para utilizarlas como caminos para hacer procesiones sobre ellos, una costumbre que los antropólogos han registrado en otras regiones de los Andes (en comunidades indígenas de Bolivia y del norte de Chile, por ejemplo, se han reportado ceremonias para invocar a la lluvia que consisten en caminar sobre líneas trazadas en el piso) lo que podría explicar su uso. También está demostrado que las líneas rectas convergen en puntos ligeramente elevados en donde se han encontrado piezas de cerámica nazca. Y, finalmente, está comprobado que sobre los trazos más antiguos las sucesivas generaciones hacían nuevos dibujos, una y otra vez, como continuando una tradición que heredaban de sus antepasados. Y así fue durante siglos. La vecindad de las ruinas con el mayor centro religioso de los Nazca, Cahuachi, refuerza la intepretación religiosa de los geoglifos.

No todos los geoglifos de Ica están protegidos sólo los que se circunscriben al área de las Pampas de Jumana. Estos están en la lista del patrimonio mundial desde 1994.

Las perfectas proporciones de la figura de la araña no ocultan las peculiaridades de su trazo: Está formada por una sola línea que nunca se cruza y que termina en el mismo punto, como si el camino de entrada y de salida estuvieran juntos. Se trataría. como la mayoría de los dibujos, de una especie de camino ritual. Otras interpretaciones la han relacionado con la cosntelación de Orion. Imagen del usuario davidbukery de Photobucket. . 




En esta imagen se puede comprobar la superposición de líneas realizadas en diferentes épocas. En el centro se observa la figura de un ave muy estilizada (que también está realizada con un solo trazo que nunca se cruza y en la que el camino de entrada y salida están juntos). A la izquierda se aprecian los restos de otra figura que fue casi completamente cubierta por un diseño de trapecio realizado en un momento posterior. Foto de Paul Williams tomada de http://www.thousandwonders.net/


La figura conocida como la orca es una de las que más claramente evidencia la vinculación de la Cultura Nazca con las líneas. No soalamente por la forma de la cola y los apéndices que sobresalen de su lomo y su vientre, que es como es representada en la cerámica nazca sino sobre todo por el apéndice más grande de la izquierda, una cabeza humana cortada que esta orca de fantasía lleva en una de sus "manos". Exactamente igual a lo que los nazca dibujaron en sus vasijas y tejieron en sus mantos.  

4) La ciudad de los muertos


Cuando los conquistadores españoles pasaron por primera vez a las puertas de Chan Chan ésta ya era una ciudad en ruinas y prácticamente deshabitada. Para entonces habían pasado 80 años desde que los incas la habían conquistado y, celosos de su esplendor, hicieron lo necesario para que deje de ser importante. Y es que, durante al menos dos siglos,  ésta era la ciudad más grande e importante del Perú, capital de un reino militarizado que dominaba todos los valles costeños desde Piura hasta Pativilca.

Si bien Chan Chan abarca unos 20 kilómetros cuadrados los turistas modernos sólo pueden acceder a un área pequeña llamada Tschudi o Nik An que no constituye más del 5% de las ruinas (de ahí procede la inmensa mayoría de imágenes que todos conocemos del centro arqueológico). Nik An es sólo uno de los diez grandes recintos amurallados (las mal llamadas "ciudadelas") que dominan la ciudad. Cada uno de estos complejos de construcciones de barro era una mezcla de palacio, templo y cementerio. En la zona más restringida de cada uno se construyó una gran tumba en donde se cree que descansaba uno de los reyes chimú. Parece que cada uno de estos palacios estuviera construido en función de esas tumbas, en lo que es una prueba más de la importancia que en las últimas culturas peruanas (chimú, lambayeque e inca) tuvo el culto a los cuerpos de los monarcas fallecidos. Todas estas tumbas, por supuesto, fueron saqueadas hace mucho.


En primer plano el Complejo Amurallado llamado Nik An (antes llamado Tschudi) que es el único sector de Chan Chan habilitado al turismo. Al fondo de la imagen el complejo Chol An (antes llamado Rivero). Foto aérea de Georg Gerster para National Geographic.


Estos muros, que fueron orignalmente más altos, han ido erosionándose por causa de la humedad, las lluvias ocasionales y la salinidad. Están en la zona central del sector Nik An (antes Tschudi) , el único habilitado al turismo de los diez recintos amurallados que existen en las ruinas de Chan Chan.
Muro con relieves representando peces avanzando por un curso escalonado. Complejo Amurallado Nik An. Imagen: wikimedia Commons


ídolos de madera encontrados en 2009 dentro de nichos de barro en la plaza de ingreso al sector amurallado Ñain An (antes llamado Bandelier) en la antigua ciudad de Chan Chan (Imagen Agencia Andina) 


Trabajadores del proyecto de conservación de Chan chan durante labores de reforzamiento de los muros del Complejo Chol An (antes llamado Rivero). Foto: Agencia Andina.
Chan Chan fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 1986. Entra y sale constantemente de la lista del patrimonio en peligro. Debido a su inmensidad y su cercanía a la ciudad de Trujillo es difícil tener una vigilancia constante de sus espacios. La humedad y la salinidad del suelo y las temporadas de lluvia que ocurren durante los fenómenos del Niño amenazan constantemente sus estructuras de adobe por lo que se deben realizar constantes trabajos de reforzamiento de muros y de drenaje de suelos.

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5) Las ruinas de Abiseo


Cuando en 1983 el Parque Nacional Río Abiseo (Región San Martín) fue inscrito en la lista del Patrimonio Mundial para proteger sus selvas nubladas y su gran diversidad de flora y fauna todavía se sabía muy poco de las abundantes ruinas de ciudades chachapoyas que se sabía que escondía. La más famosa de ellas es conocida como Gran Pajatén. Las expediciones arqueológicas que han trabajado ahí han sido de corta duración (por causa de lo inaccesible de la zona y las duras condiciones climáticas) por lo que a pesar de que fue descubierta hace más de 50 años aún encierra muchos misterios por resolver. No está abierta al turismo.

Esta ciudad formada por grandes plataformas circulares de piedra fue construida posiblemente alrededor del año 1300 y fue habitada hasta después de la conquista española hasta ser misteriosamente abandonada poco antes de 1600. Lo que más llama la atención de ella son los patrones que adoptan las piedras que forman algunos de sus muros en el que se distinguen diseños de animales y personas. Otro de los sitios arqueológicos notables del Parque de Abiseo es el mausoleo de los Pinchudos que ofrece el rasgo notable de haber conservado esculturas colgantes de madera que sobresalen del edificio de piedra. 


Friso principal del famso Edificio 1. En la parte inferior muestra a dos tipos de personajes que se alternan y que se diferencian principalmente por el tocado que llevan sobre la cabeza. Los diseños se han logrado mediante la colocación de piedras alargadas que forman parte de la estructura del muro. En la parte superior se repite un diseño en espiral. El edificio es de planta circular y tiene un diámetro de 15 metros. Es el más grande de Pajatén. Ambos niveles tuvieron un relleno que no fue habitado. Sobre los dos se construyó originalmente una habitación circular. Foto: Federico Kauffmann Doig, publicada en "Los chachapoyas" editado por él mismo. 


Detalle de uno de los personajes del friso del Edificio 1. Fotografía de Heinz Plenge, publicada en "Los Chachapoyas", editada por Federico Kauffman y el BCP




Friso de piedra del Edificio No. 2, Aquí las lajas representan aves y personas. Fotografía de Victor Pimentel Gurmendi, que data de la primera expedición arqueológica en la zona. publicada en "Los Chachapoyas".  

Necrópolis de los Pinchudos, un edificio Chachapoyas de piedra con diseños geométricos. El techo plano es sostenido por vigas de piedra y de madera. De estas últimas sobresalen notables esculturas de hombres desnudos que se han conservado admirablemente a pesar de la fuerte humedad de la zona.  Fotografía de Anselmo Lozano, publicada en "los Chachapoyas", editado por Federico Kauffmann y el BCP.


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  • Plata inca en la tierra de los chachapoyas (sobre el descubrimiento de vasos metálicos, clic aquí)


6) Las venas de los Andes

En un mundo sin caballos ni bueyes, en donde los animales domésticos más fuertes eran las llamas (que podían cargar, como máximo, una carga de 50 kilos) no había lugar para vehículos con ruedas. Eran pues los hombres los que debían confiar en sus propios pies para comunicar una región con otra, para comerciar bienes y para gobernar lugares distantes.

Ahora bien, no es lo mismo trepar una montaña llena de piedras escarpadas que hacerlo por un camino bien trazado y cómodo. Y ese arte, el de construir vías de comunicación eficientes, fue una especialidad de los hombres del Antiguo Perú. Hoy se sabe que al menos desde los tiempos de los moche (siglo I) ya había caminos bien trazados entre los diferentes valles costeños. Cuando los wari expandieron su influencia por todo el Perú alrededor del año 700 la gran mayoría de los grandes caminos de la cordillera ya estaban construidos. Fueron los incas, a partir de 1450, quienes les dieron su acabado final. Y lo hicieron tan bien que cuando los conquistadores llegaron al Perú en 1529 admiraron estas rutas y sus cansados caballos de guerra agradecieron su existencia. Fue por esos caminos por donde las tropas de Pizarro y sus aliados andinos  (huancas, chachapoyas y cañaris) avanzaron para tomar Cajamarca y Cusco y, sobre sus piedras. se organizó el territorio del nuevo virreinato. Junto a cada ciudad de la costa y sierra del Perú de hoy pasaba una de estas vías. Dos eran las principales: El gran camino longitudinal de la costa (el "camino de los llanos"), rodeado de altos muros de adobe que evitaban la invasión de la arena, fue poco a poco destruido y hoy sólo sobreviven pequeños tramos al sur de Lima y en la costa de Arequipa. El otro es el que los españoles llamaron Camino Real, que recorre los Andes de norte a sur desde el extremo sur de Colombia hasta los valles del centro de Chile y el noroeste de Argentina). Este camino se ha conservado un poco mejor y es hasta hoy utilizado por los habitantes de las comunidades campesinas de las alturas. 

Este Qhapaq Ñan ("Gran Camino", en quechua), la columna vertebral de la Civilización Andina, posiblemente la más impresionante obra de ingeniería de los antiguos peruanos, es Patrimonio de la Humanidad desde el 2014 en los seis  países que recorre.  

Camino precolombino entre las comunidades de Ayash y San Cristóbal de Tambo en la Región Ancash. Foto: Proyecto Qhapaq Ñan.


Al fondo el Nevado Pariacaca en la sierra de lima. En primer plano, el sector Escalerayoc del Camino que conectaba Pachacamac con Jauja. Foto: Proyecto Qhapaq Ñan.


CAmino precolombino entre Atico y Acarí, en la costa de Arequipa. Foto: Proyecto Qhapaq Ñan.
Campesinos de Pomata en Puno avanzando sobre el antiguo camino prehispánico junto al Lago Titicaca. Foto: Proyecto Qhapaq Ñan. 


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  • Sobre los caminos de la costa de Arequipa, clic aquí
  • Sobre el camino del Takesi en Bolivia : Clic aquí
  • Sobre la declaración del Qhapaq Ñan como Patrimonio Mundial, clic aquí


7) El centro del mundo

Desde el gobierno de Pachacutec Inca Yupanqui (1438-1470) y en sólo ochenta años, los habitantes de lo que entonces era el pequeño poblado de Cusco conquistaron todos los reinos de los Andes Centrales. Estos guerreros se quedaron admirados por el lujo que vieron en los palacios de Chan Chan y Pachacamac. Y también se enamoraron del arte de tallar la piedra de los habitantes del Collasuyo. Los incas decidieron que su propia capital debería ser más grandiosa y magnífica que todas las construcciones de sus conquistados. Fue así que trajeron a los mejores hombres de cada región (sus orfebres, sus canteros, sus tejedores) para que contribuyeran a convertir al Cusco en la ciudad más hermosa del mundo andino. Este reclutamiento, por supuesto, se hizo por la fuerza y mediante amenazas. 

Menos de un siglo después del inicio de esta aventura ya habían logrado su cometido. No duró mucho: Otros conquistadores, llegados de otros continentes, registraron en sus propias crónicas sólo palabras de elogio para lo que vieron en la ciudad que ya entonces se vanagloriaba de ser el centro del mundo. Pero tampoco escatimaron esfuerzos para destruirla. Los palacios y templos incas, elaborados con piedras ensambladas de forma caprichosa, fueron desmantelados para construir las iglesias y las casas de los nuevos amos de América. Pero, al menos, conservaron los primeros pisos de las construcciones más grandes, para que sirvieran de cimiento a sus propios edificios, Y eso ha permitido que hasta hoy podamos tener una idea de lo magnífica que fue la capital de los incas.

Es esta arquitectura, en la que conviven dos culturas conquistadoras (la andina y la europea) la causa de la originalidad y belleza de Cusco y lo que hizo que la Unesco incluyera su centro histórico en la lista del patrimonio mundial en 1984.


El contraste. A la izquierda uno de los recintos originales del Coricancha, el edificio religioso más importante del Cusco Inca. A la derecha y al fondo los arcos y columnas coloniales del convento de Santo Domingo, construido sobre el lugar. Foto tomada de http://www.ancient.eu/


La Calle Hatun Rumiyoc, donde una mansión española fue construida sobre los muros de un palacio que perteneció a la panaca (familia real) de Inca Roca. Foto tomada de turismoencusco.com 


Uno de los dos muros de piedra de la famosa Calle Loreto que originalmente encerraron el Acllahuasi (Casa de las Vírgenes del Sol) de la capital del imperio y después un convento colonial de monjas. Imagen tomada de http://theonlyperuguide.com/ 

8) El refugio del emperador


Si bien durante mucho tiempo se tejieron todo tipo de hipótesis extrañas sobre el origen de Machu Picchu hoy se sabe que fue una de las propiedades personales de la familia del soberano inca más importante, Pachacutec Inca Yupanqui (que gobernó entre 1438 y 1470). Hay quienes se han imaginado al emperador tomando sol en sus terrazas, pero lo cierto es que Machu Picchu era algo mucho más complejo que un simple centro de "vacaciones" para la familia imperial. Su intrincado sistema de fuentes de agua, las características de su Templo del Sol (cuyas ventanas marcaban los solsticios y equinoccios), la orientación de varias de sus construcciones y monolitos en función de las cumbres de las montañas circundantes (un asunto al que los incas prestaban especial atención) y la elección de su emplazamiento (en el único lugar en donde el río Urubamba hace una curva casi completamente cerrada para cambiar de rumbo) hacen pensar que la arquitectura de Machu Picchu tenía para los incas un significado mucho más profundo del que hasta ahora conocemos. Pero quizá lo más importante de esta ciudad de piedra se encuentra debajo de sus hermosos edificios. Y es su sofisticado sistema de drenaje que, mediante una serie de canales subterráneos y capas de materiales filtrantes ha evitado que las fuertes lluvias que caen aquí derrumben sus edificios. Es por eso que se le considera una obra maestra de la ingeniería andina. 

Hay que decir que Machu Picchu no era una "ciudad perdida" como comúnmente se cree. Estaba perfectamente integrada a la red de comercio de coca y maíz que abastecía a Cusco y conectada por muchos caminos (al menos cinco) con un sinnúmero de complejos agrícolas que hoy forman parte del Área de Conservación conocida como Santuario Histórico de Machu Picchu, en donde se incluyen el famoso camino inca, las ruinas de Sayacmarca, Runquraqay, Phuyupatamarca, Wiñay Wayna e Intipata. Cuando la Unesco la declaró Patrimonio Mundial en 1984 todas esas ruinas pasaron también a formar parte de la selecta lista. 

Una vista poco corriente de Machu Picchu tomada desde la cumbre del cerro Putukusi, al este de la montaña. Foto tomada de Tripadvisor.

Vista general de la ciudad desde el sector agrícola oeste en el cerro Machu picchu. Foto: semanaeconomica.com



El templo del sol de Machu Picchu. Por la ventana del centro de la imagen ingresan los rayos del sol naciente del 21 de junio marcando corriendo junto a una linea recta tallada en el suelo del templo. Foto tomada de http://ticketmachupicchu.com/


El llamado Templo de las Tres Ventanas. foto tomada de http://www.perutraveladviser.com/


Ubicación de los sitios mencionados


En este mapa no se incluye la red de caminos del Qhapaq ñan


Cronología


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Un artículo de Pablo Ignacio Chacón
preparado para Antiguoperu.com
Reservados todos los derechos, 2015

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